Un mundo de ilusiones

Quizás puedas pensar que estás ante un blog de viajes, hoteles inaccesibles o artículos de lujo. Realmente ante lo que estás es ante un mundo de ilusiones. Las ilusiones por las que un artesano imagina unos zapatos, las que siente un cocinero para crear un nuevo plato o las que llevan a alguien a dejarlo todo para abrir un hotel en un apartado lugar. Esas mismas ilusiones son las que tú puedes sentir cuando entres en este blog, será el primer paso para iniciar un viaje, conocer ese hotel, probarte unos zapatos y, sobre todo, serán ilusiones que compartirás con otros, porque de entre todas las ilusiones de esta vida, las mejores son las compartidas.
¡Disfrútalas!

17 de abril de 2011

GOIZEKO KABI: Un grande silencioso

GOIZEKO KABI corresponde, sin lugar a dudas, a la categoría más importante en la que se puede incluir a un restaurante, la de aquellos sobre los que nada más salir piensas dos cosas: "¡Qué bien he comido!" y "¿Cuándo podré volver?". Preguntar a los acompañantes que tal han comido es pregunta que tiene respuesta segura. Todo son alabanzas al buen gusto y a la iniciativa de haber propuesto este restaurante.



Se trata, Goizeko Kabi, de un restaurante, en origen y en concepto, vasco, aunque podríamos decir, sin temor a equivocarnos, que ha superado esta categoría, ya que, junto a una excelente comida vasca y frescos mariscos, ofrece también platos muy actuales como, por ejemplo, un exquisito Risotto con Trufa NegraLa opción era muy sencilla sobre la gran cocina vasca, incluir todo lo bueno que el momento nos ofrece. Inteligente y fácil a la vez.


Vaya por delante que lo primero que sorprende, junto a su medida decoración, es la extensión de su carta. Nada más abrirla uno piensa aquello de "me voy a tomar mi tiempo, no puedo equivocarme". Y desde luego no te vas a equivocar. Pidas lo que pidas vas a acertar, tan solo tienes que intentar acercarte lo más posible a aquello que te pueda gustar más. Pero seguro que acertarás.



Comenzando por las entradas, una excelente sugerencia puede ser el referido Rissotto con Trufa Negra o Blanca, con la particularidad de que puede ser compartido, en medias raciones, con otros comensales, ya que casi todos los platos permiten esta posibilidad, servido en platos individuales, muy apto para probar la mayor variedad posible. También son una excelente opción los Txipirones rellenos, las Anchoas o cualesquiera de los mariscos, que, sin lugar a dudas, son de los mejores de Madrid. 


En cuanto a los segundos platos y en relación a los pescados, excelente la Parrillada de Rape con Carabineros, así como el Txangurro al horno y el Atún asado, sin olvidar las Kokotxas al pil pil con huevo escalfadorealmente un lujo sobre tu mesa. 



Si se opta por las carnes, perfecto el Estofado de Rabo de Toro, así como el Steak Tartar de Ternera Roja de Lidia, la Hamburguesa Goizeko, el Tataki de Buey o cualquier otra de las propuestas de la amplísima carta. 



Los postres son un exponente claro de lo que hoy es el restaurante, una mezcla de clasicismo e innovación, así se presentan la Mousse de Naranja o el Soufle de Chocolate, junto con una deliciosa Pequeña Torrija artesana, leche merengada y helado de mantecado, entre otros.


Merece una atención especial el servicio, ya que tiene un punto preciso de distancia y proximidad, que permite decir aquello de que uno se siente atendido, pero, a la vez, relajado. El tiempo entre los platos es el adecuado, la información la necesaria y la simpatía la correcta, sin caer en el exceso ni en el abandono. Se puede calificar como muy bueno, sabiendo como acertar sin excederse, pues no lo olvidemos el auténtico protagonista de un restaurante es solo el comensal, que ha de disfrutar con todo aquello que se le ofrece.



El precio, pues, simplemente el correcto. Difícilmente inferior a los 40 euros por persona, aunque lo normal es acercarse a los 60 euros, siempre que no se realicen excesos en el marisco o en grandes vinos. De todas formas, se trata, insisto, de uno de los pocos restaurante de Madrid en los que al salir tan solo pensarás en lo bien que has comido. Todo lo demás, aún siendo importante, pasará por accesorio.



Por último, si al final hay cielo, por favor que el catering sea de Goizeko Kabi, está claro que a esas alturas no puede haber cocina.


Calle Comandante Zorita, 27, Madrid
Teléfono: 91 533 01 85/ 91 533 02 14

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