Si estás pensando en viajar a Londres, junto a la interminable lista de actividades culturales, gastronómicas, visitas a museos y a parques emblemáticos... te recomiendo una visita de culto para aquellos que pensamos que al final la guinda es tan importante como la tarta o, dicho de otra forma, nunca dejes de mirar una cara bonita, porque quizás no la vuelvas a ver. En cuanto a los cuadros y obras de arte, tranquilo, siempre te estarán esperando, son absolutamente fieles.
Hablando de caras bonitas, después de una dura jornada de turismo urbano, algo que te puede dejar tan relajado como la vista del Big Ben, aunque menos excitado que el gentío de Oxford Street, es una simple visita al LONG BAR del Sanderson London Hotel (www.sandersonlondon.com)
Hablando de caras bonitas, después de una dura jornada de turismo urbano, algo que te puede dejar tan relajado como la vista del Big Ben, aunque menos excitado que el gentío de Oxford Street, es una simple visita al LONG BAR del Sanderson London Hotel (www.sandersonlondon.com)
El hotel es obra del reconocido diseñador francés Philippe Starck, una excusa para reunir a lo más elegante, cool y glamuroso de Londres. Está claro que no te lo puedes perder.
The LONG BAR tiene una barra de 24 metros de longitud con detalles de onix reluciente, que se constituye en el centro del hotel en el que se encuentra enclavado. Aunque lo mejor de este bar es que cualquier persona puede visitarlo a lo largo del día, lo que no es nada común en un hotel tan conocido, más aún si estamos hablando de Londres.
The LONG BAR irradia frescura y una luz casi espacial, pero como no solo de diseño vive el hombre, en él puedes disfrutar de cócteles clásicos e innovadores, deliciosas hamburguesas con aderezos variados o platos imaginativos.
Para completar el escenario, desde el LONG BAR, podrás acceder al jardín que se encuentra en el patio privado del hotel, un exuberante oasis al aire libre, de árboles en flor, fuentes, mosaicos y una piscina reflectante en el que puedes tropezar con alguna que otra "celebrity"
Para completar el escenario, desde el LONG BAR, podrás acceder al jardín que se encuentra en el patio privado del hotel, un exuberante oasis al aire libre, de árboles en flor, fuentes, mosaicos y una piscina reflectante en el que puedes tropezar con alguna que otra "celebrity"
Pero al caer la noche, todo se transforma: el onix se hace omnipresente y se mezcla sutilmente con la luz de sus visitantes, lo más colorido y elegante del Londres actual que ha tomado el LONG BAR como punto de reunión o, quizás, de partida, para unas noches más cortas que las nuestras, pero no, por ello, menos intensas.
Así que no te queda otra que incorporarte a este río de música, copas, diversión y belleza exterior. De la interior no te preocupes, a la vuelta tendrás tiempo. Por ello, vete arreglado y, sobre todo, con ganas de disfrutar, porque, no lo olvides, la felicidad es un programa que lleva miles de años funcionando y no lo ha creado Windows, viene de fábrica, solo falta que lo pongas en marcha.
Así que no te queda otra que incorporarte a este río de música, copas, diversión y belleza exterior. De la interior no te preocupes, a la vuelta tendrás tiempo. Por ello, vete arreglado y, sobre todo, con ganas de disfrutar, porque, no lo olvides, la felicidad es un programa que lleva miles de años funcionando y no lo ha creado Windows, viene de fábrica, solo falta que lo pongas en marcha.